Con la llegada del verano suelen encontrarse mejoras la cantidad de relaciones sexuales sostenidas por los hombres debido a que es un tiempo con mayores oportunidades para socializar lejos del estrés común de la rutina.
Aunque no lo parezca existen muchísimo hombres en todo el mundo con problemas para controlar el momento de la eyaculación. Esta problemática hacer que sean muchas las parejas que se ven afectadas por este tema, siendo pocas las que acuden por ayuda efectiva ante un medico o especialista.
Aunque no existe cifras exactas que revelen la magnitud de este problema una cosa es clara, es un gran porcentaje de la población masculina quienes poseen este problema, pues normalmente se hace mención que entre 3% y el 20% de la población masculina llega a presentar esta problemática.
Aunque a criterio de muchos la cantidad de hombres que en realidad tienen una tasa de tiempo muy corto entre el inicio de la erección y la eyaculación es del 2% al 5%, la verdad es que el problema radica en la incapacidad de muchos hombres de poder controlar el momento oportuno para eyacular.
La idea popular es que un tratamiento combinado es la mejor opción para corregir este problema, pues se busca una salida psicológica conjunto con una media mediante la utilización de fármacos que controlan la ansiedad.
Aunque recientemente algunos se han atrevido a declarar que el aspecto psicológico en el tratamiento es negativo en los resultados obtenidos para superar este problema.
Quienes han hecho esta afirmación apoyan su teoría en que la terapia de conducta para evitar la eyaculación precoz no es necesaria debido a que no causa un efecto positivo con su uso continuo. Mediante algunos estudios estas personas aseguran que no hay evidencia definitiva que sustente el hecho de que una terapia psicológica sostenida ayude a largo plazo a manejar los problemas de eyaculación precoz.
Sin embargo la gran mayoría sigue pensando que tales afirmaciones están equivocadas pues aseguran que hay una tasa de recuperación del 97.8% para las personas que acuden por ayuda psicológica, y existen muchos pioneros en investigación sexual que apoyan este punto.
Dentro de esta discusión una cosa es cierta y es que las causas reales de la eyaculación precoz siguen siendo desconocidas a los expertos, pero las explicaciones por las que más se inclinana apuntan a las manifestaciones psicológicas de cuadros de ansiedad provocados por el mal trabajo de los neurotransmisores cerebrales.
Esta explicación psicológica ha llevado a que se opten por tratamientos con pastillas que controlen a dichos neurotransmisores con la utilización de inhibidores selectivos del nivel de serotonina. Los tratamientos de tipo psicológico apuntan a tratar en el paciente una forma de reflejo condicionado provocado posiblemente por la costumbre de masturbación apresurada o el sentimiento de ser sorprendido mientras se está manteniendo el acto sexual.
Algunos tratamientos apuntan a la “técnica de compresión” que consiste en que la pareja sexual del hombre apreté la base del pene repetidas veces con el fin de retrasar la eyaculación. Este método resulto ser casi 100% efectivo según algunas investigaciones.
Por último podría decirse que mientras se tengan datos mas exactos sobre la solución de este problema se debe de recurrir a las soluciones comprobadas hasta el momento como la ayuda psicológica, pues esto ayudará a controlar los episodios de ansiedad en el hombre que terminan con una eyaculación temprana.